Los mercados de deuda emergente fueron muy volátiles en agosto. Las primas de riesgo alcanzaron un máximo de 375 p.b. el 13 de agosto (frente a 284 el 31/12/2017), en paralelo con el último movimiento de desplome de la moneda turca, que también alcanzó por su parte un mínimo frente al dólar de EE. UU. del 7,23 (un 50 % de depreciación frente al USD)
A la debilidad macroeconómica, la inflación superior al 16 % y el déficit exterior de -5 % del PIB se añade la pérdida de credibilidad en la gestión del gobierno: Turquía ha entrado en un conflicto político con los Estados Unidos que se ha saldado con sanciones comerciales sobre el acero y el aluminio. La exposición de los bancos europeos a Turquía, así como las relaciones comerciales existentes, no suscitan un riesgo de contagio en estos momentos.
A 30 de agosto de 2018, la prima de riesgo de los ME había vuelto a los 360 p.b. Los riesgos a los que se expone esta clase de activos subsisten: tensiones comerciales y políticas, incluso si desde mediados de agosto ha habido cierta distensión. Para que esta perdure y respalde las valoraciones, Turquía tendrá que adoptar un plan de resoluciones lo antes posible, y Argentina tendrá que mostrarse con el FMI de su parte para ganarse de nuevo la confianza de los mercados.
En Italia, se esperan con gran atención los presupuestos que se presentarán en otoño: ¿en qué medida utilizará el gobierno italiano su margen de maniobra presupuestario hasta el límite máximo del 3 % impuesto por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento? La previsión de la ratio déficit/PIB antes de formarse un gobierno era del 0,8 % para 2019; 2,2 % sería una cifra más «razonable». Sea cual sea la magnitud del déficit, el excedente primario resultará afectado, lo que no favorecerá la trayectoria de la deuda, con mayor motivo teniendo en cuenta que se ha revisado a la baja el crecimiento. El cambio de tendencia de la volatilidad de los tipos de interés agravará la carga de la deuda. Aunque el posicionamiento del mercado y la valoración son más benignos que en los días anteriores a la crisis de mayo, será difícil encontrar a compradores marginales, tanto más cuanto que los inversores internacionales han vendido unos volúmenes récord de bonos BTP desde mayo y que el BCE pondrá fin a sus compras en diciembre.
Nuestra perspectiva fundamental es negativa y no esperamos que la situación política se calme a corto plazo: el partido de Salvini, La Liga, está en cabeza de todas las encuestas. El borrador de los presupuestos debe entregarse a las instituciones europeas el 15 de octubre, una vez se haya presentado al parlamento italiano, y estas empezarán a dar sus recomendaciones en noviembre. El riesgo de nuevas elecciones no puede descartarse.