En octubre, el Fondo Monetario Internacional comunicó que la economía mundial se encuentra en una «desaceleración sincronizada» y revisó a la baja sus perspectivas de crecimiento para 2019 al 3%.
Se trata del ritmo de crecimiento más lento desde la crisis financiera. Para 2020 se prevé que el crecimiento mejore ligeramente, hasta el 3,4%, pero seguirá siendo «precario». En este contexto macroeconómico, existen numerosas oportunidades de crecimiento sostenible a largo plazo plasmadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. El sector de la gestión de activos desempeñará un papel fundamental en cumplir estos objetivos globales. La Française tiene un compromiso histórico con la inversión sostenible y se encuentra muy bien posicionada para aprovechar las oportunidades vinculadas al crecimiento sostenible.
- Los ODS son el marco de sostenibilidad aceptado a escala global
- El objetivo es afrontar mayores desafíos a nivel mundial para el año 2030
- El sector privado tiene un papel clave que desempeñar
- Las gestoras de activos pueden aprovechar las oportunidades de crecimiento sostenible generadas por los ODS
PRESENTACIÓN DE LOS ODS Y SU APLICACIÓN A LA GESTIÓN DE ACTIVOS
Un proyecto común para la paz y la prosperidad de las personas y del planeta:
La agenda del 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible cobra cada vez más importancia para las gestoras de activos, a medida que el propio sector adopta la inversión sostenible. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen el núcleo central de la Agenda 2030. Los objetivos definen de forma muy clara los propósitos de la sociedad. La finalidad básica es ofrecer un proyecto común para la paz y la prosperidad de las personas y del planeta: Se trata de un proyecto para la inversión sostenible. Reconociendo esto, los principios para la Inversión Responsable han hecho de los ODS el elemento central de su estrategia.
Hay 17 ODS con un total de 169 metas y 232 indicadores de progreso en todos los objetivos. Los objetivos (medioambientales, sociales y económicos) son exhaustivos al abordar los desafíos globales más importantes: pobreza, desigualdad, cambio climático, deterioro medioambiental, prosperidad,
paz y justicia. Uno de los principales focos de los ODS son los países en desarrollo y los grupos de menor renta. Sin embargo, tras evaluar cada una de las metas de los ODS, creemos que hay muchas oportunidades para que los negocios globales incorporen los objetivos en sus productos y servicios.
El papel del sector privado:
Los ODS sustituyeron a los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015, cuando fueron aprobados en una cumbre histórica de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York. Los 193 Estados miembros ratificaron los ODS en la Asamblea General de la ONU. Para cumplir estos objetivos hará falta movilizar enormes cantidades de capital. Se calcula que se necesitan entre
3,3 y 4,5 billones de USD al año para cumplir los objetivos, con un déficit de financiación en los países en desarrollo de 2,5 billones de USD.(1) El sector privado tiene un papel principal que desempeñar en el apoyo de los objetivos. Sin embargo, más que una obligación, debería considerarse una oportunidad.
Oportunidades de crecimiento sostenible:
Los ODS son el marco de sostenibilidad aceptado a escala global. También representan riesgos macroeconómicos y oportunidades de crecimiento seculares a los que los inversores institucionales deben prestar atención. Por ejemplo, los ODS podrían ofrecer oportunidades de mercado por valor de 12 billones de USD de aquí al año 2030, a través de la alimentación y la agricultura, las ciudades, la energía y los materiales, así como la sanidad y el bienestar, entre otros. Esto permitiría crear 380 millones de nuevos puestos de trabajo.(2)
Considerar los ODS en términos de crecimiento basado en la sostenibilidad es una manera efectiva para lograr que gestoras se alineen con la agenda actual de sostenibilidad global.
Más información